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La función ha terminado, la última pareja abandona la sala, el telón del amanecer ya cubre el escenario, y las tijeras cortan en estos momentos la pulsera verde con las tres P, mientras una lágrima negra me escurre por la mejilla.
Hace ya unas horas que he llegado a casa y mi estado de ánimo está realmente tocado, una mezcla de tristeza, cansancio, satisfacción azota mi cabeza y no me siento ni con fuerzas como para intentar animarme, pues aunque parezca una locura, de vez en cuando me gusta sentirme así.
Hacía mucho tiempo que no lloraba, pero hoy ha sido algo instantáneo al poner el disco de Morrisey en el camino de vuelta, mil recuerdos me han venido de repente a la cabeza y no he podido reprimir las lágrimas mezcla de felicidad y tristeza.
Tristeza porque se han terminado los conciertos, las risas, las buenas compañías, las actuaciones increíbles e irrepetibles...y felicidad por saber que has estado allí, y por saber que estos recuerdos tan buenos nunca se borrarán de mi mente, pues me han dejado mucho más marcado de lo que me podía esperar.
Se que suena a locura, pero en estos días me he vuelto a encontrar conmigo mismo, hacía tiempo que no me sentía tan "yo", aprovechando las oportunidades, dándolo todo, fijándome en cada cosa que ocurría a mi alrededor y sorprendiéndome por millones de cosas que no conocía. Sintiéndome bien y sin miedo a sentir cada matiz que me dictaba el corazón, cada sensación que recorría mi cuerpo, cada idea que pasaba por mi mente. Aprendiendo, disfrutando, expresando, queriendo...
En fin...espero escribir bastantes más cosas sobre estos días, pero en estos momentos no tengo fuerzas más que para dejar constancia de que ha sido increíble, y de agradecer todo a todo el mundo!
Ha sido auténtico, intenso, divertido, emocionante, y lo mas importante, ha sido real!!
