17 octubre 2006

madrid llueve



Te despiertas con la dulce melodía de las gotas sobre los cristales, y sin abrir los ojos te giras buscando un cuerpo al que abrazar, pero te encuentras con el mismo hueco vacío que ayer te dijo buenas noches.
Abres los ojos, descubres un cielo gris que hacía tiempo no veías, y recuerdas a la tierra que te vio nacer.
¿Será la melancolía que los rodea?

Sales a la calle, y el otoño ya no oculta su presencia, las hojas secas se caen a tus pies, los niños se ponen por primera vez el nuevo chubasquero, y saltan en los charcos con sus katiuskas amarillas. Y la gente sonríe, pues aquí en Madrid, cada vez se ve menos llover.
¿Será la esperanza que transmite?

Hoy el cielo es de donosti, y las calles huelen a mi ciudad, cerraré los ojos y pensaré que detrás del edificio que veo desde mi ventana, está el peine de los vientos, y que allí me estás esperando para pasear sobre la arena mojada.
¿Será el romanticismo que los envuelve?

¿por qué será que me gustan tanto los días de lluvia?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo también me puse hoy mis katiuskas, no son amarillas, pero tampoco soy un niño (creo..)

y ha sido divertido llegar corriendo a clase resbalando con tan peligroso calzado y el vaso de café solo en la mano.. malditas botas asesinas.. maldito sueño cegador..

la lluvia puede darle un nuevo nombre a tu fanzine, ¿a qué? a tu fanzine ¿a qué? a tu..

un beso!

Tamara Blue dijo...

Uff quiero ya disfrutar mis días en Madrid, ya casi, ya casi...